Elecciones | Participación | Abstención |
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Generales 2023 | 70,4 % | 29,6 % |
Municipales 2023 | 63,92 % | 36,08 % |
Generales 2019 | 66,23 % | 33,77 % |
Municipales 2019 | 65,19 % | 34,81 |
Generales julio 2023 | ||||
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Votos | % válidos | Diputados | Diferencia votos generales 2023-2019 | PP | 8 091 840 | 33,10 % | 137 | +3 044 800 |
Ciudadanos | — | — | — | -1 650 318 |
Vox | 3 033 744 | 12,40 % | 33 | -623 235 |
PP+Cs+VOX | 11 125 584 | 45,50 % | 170 | +771 247 |
PSOE | 7 760 970 | 31,70 % | 121 | +968 771 |
Sumar/Podemos+IU | 3 014 006 | 12,30 % | 31 | -893 324 |
Bildu | 333 362 | 1,40 % | 6 | 55 741 |
CUP | 98 794 | 0,40 % | 0 | -148 177 |
BNG | 152 327 | 0,60 % | 1 | 31 871 |
ESQUERRA REPUBLICANA | 462 883 | 1,90 % | 7 | -411 976 |
JUNTS PER CATALUNYA | 392 634 | 1,60 % | 7 | -137 591 |
PNV | 275 782 | 1,10 % | 5 | -103 220 |
Coalición Canaria | 114 718 | 0,50 % | 1 | -9 571 |
UPN | 51 764 | 0,20 % | 1 | -47 314 |
Total | 24 743 612 | 350 |
En estas condiciones, la decisión de Pedro Sánchez de anticipar las elecciones generales al 23 de julio significaba una huída hacia adelante de alto riesgo, que se ha mostrado bien calibrada, gracias al descaro de la alianza PP-VOX. La necesidad de cerrar el paso a la negra reacción del programa de VOX ha provocado una gran movilización de las clases trabajadoras hacia el voto considerado “más útil”, específicamente hacia el PSOE, que ha ganado cerca de un millón de votos respecto a la municipales de 2023 y millón y medio respecto a las generales de 2019. Pero solo son unos 75.000 votos más de los que han perdido las organizaciones adheridas a las candidaturas de “SUMAR”.
Tras la abstención histórica de las municipales de 2023, en la generales de 2023 la participación ha subido 6,5 puntos respecto a mayo del 2023 y más de 4 puntos respecto a las generales del 2019. Un hecho que refleja también la movilización del voto útil “de derechas” hacia el PP, el único partido burgués que incrementa notablemente sus votos y su porcentaje, incluso a costa de VOX (que queda con el 12,4 % y 3 millones de votos nada despreciables).
SUMAR
Ante el hundimiento de PODEMOS, desde los despachos de un ministerio y – casi seguro- de la propia presidencia de gobierno, se ha fabricado en menos de tres meses un engendro basado en la persona física de la vice-presidenta del gobierno Yolanda Díaz (militante del PCE y dirigente de IU de larga trayectoria), responsable directa de negarse a derogar las reformas laborales del PP, a pesar de haberlo prometido en campaña.
La candiatura SUMAR ha sido propiedad privada de Yolanda Díaz, con los asesores electorales elegidos por ella y un absolutamente inconcreto proyecto político resumible en: juntar todos los votos posibles a la izquierda del PSOE para permitir gobernar al PSOE. A este proyecto han dado apoyo -más o menos forzado y/o negociado- todas las organizaciones relacionadas de alguna manera con PODEMOS o IU y sus escisiones, entre ellas Compromís, en el País Valencià.
Hay que remarcar que SUMAR no es un frente o una coalición. Nadie ha elegido a Yolanda Díaz. Ella misma se ha autoproclamado lideresa de toda la izquierda. Ninguna organización politítica democrática ha elaborado y negociado con otras el programa electoral de la candidatura SUMAR. Yolanda Díaz y su equipo de márketing electoral han dictado condiciones, vetado y hecho o no concesiones a las organizaciones reales que le han dado su apoyo. Nunca, en el territorio político de las organizaciones que se reclaman de la clase obrera o afines, se había visto semejante degradación antidemocrática, semejante sumisión a una maniobra artificial elaborada desde un gobierno y apoyada por determinados medios de comunicación.
En resumidas cuentas, SUMAR ha obtenido en 2023 tres millones de votos (12,30%). Una pérdida limpia de 900.000 respecto a los que se emitieron en las generales de 2019 a favor del conjunto de las organizaciones que se han adherido al monstruito. Suficientes para facilitar una nueva investidura de Pedro Sánchez, pero no para evitar el inmediato cuestionamiento de la autoproclamación de Yolanda Diaz y su proyecto político fantasma.
Bildu y BNG han mantenido su independencia respecto a SUMAR y reforzado su tendencia al crecimiento. En el caso de Bildu, equiparado en el País Vasco a su partido burgués de referencia, el PNV.
A señalar, de nuevo, que las feroces campañas de los medios españolistas contra la socialdemocratizada Bildu le continúan favoreciendo, a pesar de su adaptación al PNV y de haberse convertido en una de las muletas que han estabilizado y justificado la política del gobierno español en los últimos tiempos.
Por último, la CUP catalana ha perdido el 60 % de sus votos de 2019 y los dos diputados obtenidos entonces, quedando sumida en un nuevo nivel del estado de desconcierto que les caracteriza desde la debacle del procés.
Los resultados en la Comunitat Valenciana
En del País Valencià, después del derrumbe de Podemos, la candidatura SUMAR, apoyada sobre todo en Compromís, ha continuado perdiendo votos (113.457), que son casi los mismos que recoge el PSOE en relación con las elecciones generales de 2019. Este partido, también aquí, como en el resto del Estado, se ha beneficiado de la movilización contra la reacción del PP-VOX, que ha tomado el asalto a la Generalitat Valenciana.
Cataluña
Como ya ocurrió en la municipales del mayo de 2023, resulta llamativa la baja participación (5 puntos por debajo de la media del Estado) y el importante crecimiento de la abstención (4%), mientras que en el resto del Estado disminuye. Ambos datos están relacionados sin duda con al ambiente político de desencanto después de todo el fracaso del procés. Los partidos más golpeados son los independentistas (ERC. Junts, CUP), que pierden en conjunto más de 800.000 votos y ya solo suman el 23,8% de los votos emitidos, mientras que en las elecciones genrales del 2019 alcanzaron el 42,6%. ¿A dónde han ido a parar esos votos? La fuerza que ha incrementado de forma neta sus votos es el PSOE-PSC, pero no más de la mitad de los que han perdido los independentistas. Parece, por tanto, plausible, deducir que como mínimo, más de 400.000 votos independentistas de 2019 han engrosado la abstención.
En Cataluya, En Comú, bajo las siglas SUMAR, aguanta muy bien sin verse afectada por el hundimiento de Podemos. El PSOE, por su parte, pasa a ser la fuerza más votada, con un crecimiento de 418.340 votos. La suma PSOE + SUMAR ha alcanzado el 48,5% de los votos emitidos, beneficiándose al mismo tiempo del voto útil contra el PP-VOX y de la abstención independentista.
Ni mayoría absoluta PP-VOX ni un gobierno fácil de configurar
La transformación de los resultados en diputados ha dejado en ridículo la campaña electoral del binomio PP-VOX, que contaba con la mayoría absoluta indiscutible y con volver a poner la patria bajo el manto sagrado de Santiago matamoros. El PP, a pesar de ser el partido más votado, tras una campaña de guerra civil contra el PSOE, contra el gobierno de coalición y contra el independentismo catalán, se ha quedado sin casi posibilidades de pactos. Ni siquiera con los viejos amigos de las burguesías vasca y catalana, que tantos gobiernos populares han apuntalado.
La cisis está servida. Porque cualquier colalición diferente del PP-PSOE exige la colaboración (como mínimo la abstención) de Junts, el partido del exiliado Puigdemont. Todo un mercado de votos parlamentarios se ha puesto en funcionamiento, mientras el supuesto partido vencedor se desgarra públicamente diciendo cada día una cosa y su contraria. Continuará.
IKC (Sección CoReP en Estado español)