Mensaje de saludo de IKC a la 9ª Conferencia del Groupe Marxiste Internationaliste

Muy queridos camaradas,

Aunque no vamos a estar físicamente presentes, acompañamos calurosamente vuestra 9ª Conferencia y sus contribuciones, elaboradas colectiva y democráticamente, como un elemento imprescindible del combate por la construcción del partido obrero revolucionario en Francia.

No nos encontramos en un momento histórico cualquiera. Vuestra conferencia se desarrolla en un contexto de crisis global de las relaciones interimperialistas, en la que van configurándose bloques económicos, políticos y militares alrededor de los intereses incompatibles entre el viejo y desgastado imperialismo norteamericano y el joven imperialismo chino.

Hoy dominan la situación las escaladas militaristas – de las que los países del continente europeo son un epicentro – y las guerras locales de potencias intermedias contra los pueblos casi inermes, como la de Ucrania en Europa y el genocidio del Estado colonialista de Israel contra el pueblo palestino.

Todas las clases dominantes del planeta, cada una en su medida, preparan sus Estados para situarlos lo mejor posible en la confrontación de los gigantes, incluida la guerra. Los Estados Unidos, China, Rusia, Japón, cada uno de los países de la Unión Europea y muchos otros como Canadá, Turquía, Arabia Saudita, Egipto o la Índia, desvían cantidades descomunales de fondos públicos hacia el ejército y el armamento, pero también hacia el fortalecimiento de los instrumentos de represión internos, frente a la persistente resistencia de las masas trabajadoras ante la agravación de sus cada vez más difíciles condiciones de existencia.

Y. precisamente, este es el territorio de nuestra actuación, de nuestra lucha por dotar al proletariado de cada país de un intrumento organizativo – de conciencia y de combate – de un partido con un programa revolucionario e internacionalista claro, que permita a nuestra clase dirigir, encabezar y unificar los esfuerzos de todos los oprimidos por echar abajo el viejo orden putrefacto, las viejas divisiones nacionales, y construir un nuevo mundo socialista sobre sus escombros.

¡Adelante, camaradas!

Los militantes de IKC