Fuerza Popular (K.F.) = 73 congresistas.
Frente Amplio (V. M.) = 20 congresistas.
Peruanos Por el Kambio (P.P.K.) = 18 congresistas.
Alianza para el Progreso = 9 congresistas.
Acción Popular (A. B.) = 5 congresistas.
Alianza Popular (A. G.) = 5 congresistas.
Hace algunas semanas, un Jurado Nacional de Elecciones notorio por su inclinación al Apra y al Fujimorismo permitió continuar candidateando a Fuerza Popular, pese a las evidencias de compra de simpatizantes. Y de esta manera convirtió a las elecciones en fraudulentas. Por su lado, todas las candidaturas que no renunciaron repudiando al JNE se convirtieron en cómplices del fraude.
Desde el campo del movimiento obrero y popular, las direcciones burocráticas de la CGTP y la CUT, que se rindieron durante años en la lucha contra el gobierno humalista, volvieron a abandonar los derechos y reivindicaciones del pueblo trabajador para apoyar listas ajenas y contrarias a la clase. Como antes lo hicieron con Humala, Toledo y Fujimori, las cúpulas del PC, Patria Roja y otros han vuelto a pulverizar la independencia política de los explotados, esta vez a favor del oportunismo electoralista pequeño-burgués y neoliberal del Frente Amplio, también sostenido lastimosamente por la dirigencia de la Red Solidaria de Trabajadores.
En la actual segunda vuelta, con el propósito subalterno de aprovechar el repudio popular a la mafia fujimorista, esas mismas costras políticas convocan ahora de forma abierta a votar por el plutócrata Kuczynski, lo mismo que los líderes del Frente Amplio hacen de forma hipócrita. Kuczynski, Gerente del BCR y Ministro de Belaúnde, Ministro y Premier de Toledo, ha sido parte de la élite del Banco Mundial y ha jefaturado transnacionales de la energía y la banca durante toda su vida. Pero para el tradicional reformismo estalinista, hoy pro-neoliberal, ya ninguna traición es suficiente.
Los honestos activistas trabajadores y estudiantes del Frente Amplio y de los pequeños aparatos izquierdistas están ante la disyuntiva de quedar postrados servilmente a la burguesía o romper con la demagogia capitalista de sus movimientos, abandonándolos y defendiendo los principios más elementales del clasismo. Para nuestra futura victoria ante el próximo gobierno de la clase dominante hay que luchar por un programa anti-capitalista, por la auto-organización de los productores en asambleas populares, por impulsar huelgas indefinidas sindicales, provinciales y regionales, por construir un partido revolucionario de todos los trabajadores y una nueva Internacional Comunista. Esta es la única vía para la liberación de los oprimidos: la vía de la Revolución Socialista.
Contra el fraude de la burguesía, sus candidaturas y todos sus cómplices: ¡Vota Clasista, Vota Nulo!
10 de mayo de 2016
Revolución Permanente
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