Probablemente Marx diría de estos señores lo que Heine decía de sus imitadores: sembré dragones y recogí pulgas. (Friedrich Engels, Carta a Paul Lafargue, 27 de agosto de 1890)
Sobre el cadáver de la 4ta. Internacional
El Partido Obrero Independiente (POI) se hunde desde la primavera en una crisis que enfrenta a dos fracciones. Se ha consumado su estallido en dos organizaciones distintas, reclamándose ambas del POI. Los lectores de Informaciones Obreras, el diario del POI, nada supieron de las posiciones políticas que se enfrentan. Además, el sitio web del POI está « en mantenimiento » desde hace meses y no se alimenta el del periódico ya desde principios de julio de 2015.
De una parte se encuentra una mayoría del antiguo buró nacional del POI, con Marc Lacaze y el redactor principal del periódico, del otro la minoría, en torno a Daniel Gluckstein, con Jean-Jacques Marie y François de Massot. Esta minoría, que contaría con aproximadamente 650 militantes, en primer lugar intentó constituirse en tendencia, lo que se le rechazó ya que esta corriente nunca ha sabido funcionar de manera democrática. El 18 de julio parece un nuevo diario, Tribuna de los Trabajadores, en el cual Gluckstein, Markun y Schivardi, antiguos secretarios nacionales del POI cesados en sus mandatos por la fracción mayoritaria, declaraban que esta publicación « se inscribe en la continuidad que nos vio participar a partir de 2008 en la fundación del Partido Obrero Independiente y se inscribe en este POI de los orígenes ». ¡Desgraciadamente!
Actas judiciales, cambio de cerraduras de los locales, sustracciones a las cuentas, amenazas de juicios y otras cartas certificadas reemplazan al debate político. No es asombroso en personajes cuyas costumbres tienen hace décadas más que ver con la Mafia que con el Partido Bolchevique… Es probable que la explosión del POI implique la dislocación de lo que queda del lambertismo internacional y conducirá en Francia a varios centenares de militantes, viejos y cansados, a jubilarse políticamente y contentarse con los banquetes de la Libre Pensamiento, mientras que varios otros centenares aprovecharán para proseguir su carrera en los aparatos sindicales deshaciéndose de toda dificultad política.
El POI, Lucha Obrera, el Nuevo Partido Anticapitalista y los múltiples grupos « trotskistas » franceses tienen su origen común en la destrucción de la 4ta. Internacional en 1949-1953. El NPA es resultante de los que la destruyeron, el POI de los que abandonaron más tarde su programa y LO no existiría si no se hubiese destruido la 4ta. Internacional. El Grupo Marxista internacionalista es también resultante de esta matriz (reúne militantes venidos del OCI-PCI, el LC-LCR y la JCR, de LO…) pero, a diferencia de los precedentes, sigue siendo fiel al programa revolucionario e internacionalista de la 4ta. Internacional, no se adaptó a su propio imperialismo, no es suplente de cualquier burocracia sindical.
La escisión del POI es también la de la pretendida Corriente Comunista Internacionalista (CCI). Para ser sinceros, el POI no existiría sin la CCI. Oficialmente, esta CCI que nadie ha visto jamás y asimismo afiliada a una pretendida 4ta. Internacional (llamada lambertista para distinguirla de las otras: pablista, healysta, northista, posadista…) que es fantasmal: sólo la UCI de las franquicias de LO tiene una existencia aún más misteriosa, sin Congreso conocido y sin declaración pública. La 4ta. lambertista anima bajo mano un Acuerdo Internacional de los Trabajadores y los Pueblos, que es una suerte de minúscula Internacional Socialista que reagrupa centristas de derecha, reformistas de izquierda, burócratas sindicales y nacionalistas de países dominados.
Una característica de la mayoría de las corrientes centristas es su fuerte tendencia a su propia liquidación como organización ostensiblemente revolucionaria. Se deriva de su oportunismo, de su revisión del programa comunista, de su pesimismo sobre la capacidad de la clase obrera mundial, de la convicción inconfesada de que otras fuerzas sociales pueden sustituirla. Así, toda clase de fuerzas políticas pueden servir de sustituto al partido mundial de la revolución, a la Internacional obrera revolucionaria. La tarea pasa a ser empujarlos adelante o incluso aconsejarlos.
De ahí la subordinación de LO a los estalinistas retirados del PCF, a la burocracia corrompida de la CGT y su integración creciente al aparato de la CGT. De ahí la liquidación de la LCR en un partido semi-reformista, el NPA, la adaptación de este NPA al PCF y a EELV, su integración en los aparatos de Solidarios, de la CGT y el FSU. De ahí la liquidación del PCI en el PT-POI reformista y social-chauvinista, su subordinación a la burocracia de FO, sus amistades con la francmasonería, su integración al aparato de FO y de la CGT. El juego de las muñecas rusas (la CCI en el POI, la supuesta 4ta. en el AITP) no data de hoy.
¿De qué Lambert viene el nombre?
Las dos fracciones se reivindican del « lambertismo ». Pierre Lambert (1920-2008) solo apareció ante la opinión pública en la candidatura presentada por el Movimiento Por un Partido de los Trabajadores (MPPT) en las elecciones presidenciales de 1988 (bajo su verdadero nombre: Pierre Boussel; 0,38% de los votos). Su herencia política está lo mismo en el Partido de Izquierda (Mélenchon, Corbière, Revol) y en el Partido Socialista (Jospin, Cambadélis, Assouline…) que en las dos fracciones del POI.
En su entierro en 2008, estaban presentes tres secretarios nacionales sucesivos de FO (Jean- Claude Mailly, Marc Blondel y André Bergeron), herederos asumidos de Jouhaux, el burócrata sindical social-imperialista combatido vigorosamente por la Internacional Comunista y la 4ta. Internacional. Un fundador del PT, Alexandre Hébert, pronunció un elogio. Hébert es el antiguo Secretario General de la UD-FO de Loira Atlántico, anarquista tendencia Frente Nacional. Aun así, el antepasado de la CLAIRE (NPA) ordenó estudiar la vida y obra de Lambert.
Pierre Lambert permanecerá como una figura del movimiento obrero francés… Un valor admirable… La corriente lambertista sigue formando militantes sindicales que defienden a los trabajadores en el lugar de trabajo… Sigue proporcionando a los militantes trabajadores, a los trabajadores y a los jóvenes los análisis inmediatos y algunas propuestas útiles para su lucha de clase… Esta es la razón por la que el mejor homenaje a Pierre Lambert es estudiar ahora su vida como la llevó de principio a fin, como militante trabajador, prosiguiendo el combate trotskista… (CRI, Comunicado, 22 de enero de 2008)
A cada uno sus guías. Lambert destruyó la sección francesa de la 4ta. Internacional y sirvió de secuaz toda su vida a la burocracia sindical contrarrevolucionaria.
En algunas circunstancias, las mediocridades de un partido pasan a primer plano.
Stalin representa un fenómeno absolutamente excepcional. No es ni pensador, ni escritor, ni orador. (León Trotsky, Stalin, 1940, 10-18, t. 1, p. 19)
Lambert era de ese tipo: una nulidad teórica, un orador mediocre, un escritor confuso. Oportunista, maniobrero y manipulador, solo tomó importancia con la destrucción de la 4ta. Internacional, a la que no contribuyó poco.
Era una verdadera cabeza política, pero del tipo intrigante, un político de un género un poco especial. Hay gente capaz de manipular a otros, es de aquéllos… Lambert estaba completamente desprovisto de escrúpulos y de respeto por los otros…, era más bien inculto, me parece que no leía nunca. (Boris Fraenkel, Profesión: revolucionario, Línea de costa, p. 97)
En 1934 se incorpora a la Juventud Comunista de la que es excluido. En 1935 se incorpora a la GR del PS-SFIO. En 1936 o 1937 se adhiere al Partido Comunista Internacionalista (PCI), un grupo escisionista del Partido Obrero Internacionalista (sección francesa de la 4ta. Internacional). En 1946 Lambert forma parte de los responsables del trabajo sindical en el Partido Comunista Internacionalista (sección francesa de la 4ta. Internacional). Será toda su vida un militante sindical rentado.
A partir de 1949, la dirección de la 4ta. Internacional (Pablo, Mandel, Frank) instalada en París, se alinea hacia el estalinismo, lo que solo será combatido al principio por las secciones suiza (MAS) y francesa (PCI).
La burguesía y sus proyecciones en el movimiento obrero constituidas por las direcciones traidoras de los partidos políticos obreros burgueses y de los sindicatos, ejercen sobre la 4ta. Internacional una presión enorme que conduce algunos de sus cuadros a abandonar el programa comunista y a buscar atajos y sustitutos a la construcción de la organización revolucionaria. Así pues, la dirección Pablo-Mandel-Frank-Maitan de la 4ta. Internacional, enfrentada al reflujo de la revolución en Europa Occidental y a Japón bajo hegemonía norteamericana, y a las expropiaciones del capital en los países de Europa Central, en Yugoslavia y China, bajo dirección estalinista, rechaza en 1951 el programa de la revolución política en los Estados Obreros burocratizados y de la revolución permanente en los países dominados; regresa a la « reforma » utópica de la burocracia en los Estados Obreros Degenerados, a las « reformas de estructura » en los países imperialistas y al « frente único antiimperialista » con la burguesía nacional en los países capitalistas dominados. (Grupo Marxista Internacionalista, Por el comunismo, para terminar con el capitalismo, 2013, p. 20)
El Secretario Internacional, Pablo, extrae la conclusión de que es necesario entrar en los partidos estalinistas sin levantar su programa. Después de haber intentado pactar con Pablo, Lambert se adscribe a la mayoría del PCI que, bajo el impulso de Marcel Bleibtreu, combate desde hace tiempo la capitulación ante el estalinismo del Secretariado Internacional (SICI).
Una serie de militantes excluidos de la CGT se habían replegado a FO y comenzaban a reunir una tendencia de izquierda. Estos militantes y los de la FEN, que luchaban con la consigna de unidad sindical, tenían desde fines de 1950, un órgano, « La Unidad », co-dirigido por Lambert y por un sindicalista de FO, violentamente anti-comunista, de nombre Michel Morin, muy poco susceptible de influir a los militantes del CGT… Era el tipo de vía militante que Pablo quería eliminar porque iba a la inversa de su perspectiva. Con todo, Pablo no le dio la espalda a Lambert con este tema. Es que éste había seguido siendo neutro en el debate… Para salvar el bastión de su diario, Lambert intentó una mediación secreta con Pablo… Pero Pablo era un hombre que no transigía sobre aquello que juzgaba esencial, además de un político maquiavélico… Él se tomó el tiempo para reflexionar sobre el problema, lo arrastró largamente, luego denunció al hombre y su negocio en plena asamblea general. Es así que Lambert entró en la mayoría francesa. (Michel Lequenne, Trotskismo, una historia sin barniz, 2005, Syllepse, p. 243-244).
El Comité Internacional de la 4ta. Internacional (CICI) establecido en 1953 por las secciones norteamericana (SWP), británica (Club), francesa (PCI) y suiza (MAS) está marcado por graves debilidades: renuncia paso a paso al combate contra el pablismo en la 4ta. Internacional y en todas sus secciones, adopta el federalismo, no cuestiona el frente único antiimperialista adoptado en el Congreso de 1951.
La crisis de la 4ta. Internacional privaba al PCI del marco de las relaciones políticas que le habrían permitido atenuar sus debilidades y superar sus contradicciones. (Stéphane Just, Cómo el revisionismo se apoderó de la dirección del PCI, 1984, GB, p. 55)
En particular, el frente único antiimperialista es la cobertura de la capitulación – similar a la del estalinismo – al nacionalismo pequeño-burgués y burgués de los países dominados o de las minorías oprimidas. Así pues, el SWP de los Estados Unidos se adaptará al nacionalismo negro burgués y legalista en su propio país, el SLL de Gran Bretaña a las direcciones despóticas de Oriente Próximo (Irak, Libia, Palestina, Irán…), el PCI de Francia al nacionalismo argelino. El federalismo (cada sección su propia jefa) impide la corrección de los errores cometidos, lo que conduce a otros más graves aún y a la destrucción del CICI mismo en 1963…
La hipótesis de Stéphane Just, de 1984, ha sido totalmente confirmada.
Si el PCI no se rectifica… será necesario quizá concluir que la 4ta. Internacional, falló en poder arraigar, falló a la cita con la historia en 1951-53, se descompuso in situ y se descompuso por la cabeza, falló en alimentarse de la savia de la que un partido, una Internacional, tienen necesidad, y que no se puede absorver sino de raíces que se hunden y desarrollan profunda y ampliamente en el proletariado. (Stéphane Just, Cómo el revisionismo se apoderó de la dirección del PCI, 1984, GB, p. 58)
El test de la lucha anticolonial
Con la agonía del 4ta.o Internacional, llega la hora del mediocre Lambert. En 1953 expulsa a Jacques Danos y Marcel Gibelin. En 1954 orienta al PCI hacia el apoyo incondicional al nacionalismo burgués argelino, el MLTD-MNA de Messali Hadj, teñido de clericalismo.
P. Lambert se pone de acuerdo con Messali Hadj a partir del 3 y 4 de noviembre de 1954. Los vínculos entre las dos organizaciones se estrechan aún más. La dirección del PCI explica a sus militantes que los messalistas participan desde hace mucho en las luchas del proletariado francés. Además, la composición del MLTD es proletaria. Constituye un partido proletario revolucionario. (Jean Hentzgen, Actuar en la clase, los trotskistas franceses mayoritarios de 1952 a 1955, 2006, Universidad París I, p. 140)
Los que se oponen, Bleibtreu, Lequenne, Raoul (Claude Bernard)… están en minoría. En 1955, Lambert llega a deshacerse de Marcel Bleibtreu, a pesar de la oposición de la organización internacional a la cual está vinculado el PCI (el Comité Internacional de la 4ta. Internacional). Lo que queda del PCI se desnaturaliza.
El método de funcionamiento del MNA – un jefe histórico que dispone de un potente aparato que se le subordina estrechamente – impresionaba a Lambert. Lambert veía en Messali y sus relaciones con su aparato un ejemplo del que se debía extraer mucho para la construcción de un partido revolucionario en Francia. Siempre que la desproporción de fuerzas de la época entre el MNA y el PCI lo permitía, Lambert se esforzaba en redactar informes de jefe a jefe, de aparato a aparato. Dada la debilidad del PCI, eso producía la subordinación de éste al MNA política y organizacionalmente, bajo pretexto de ayuda a la revolución argelina. Se transformaba a los militantes del PCI en « portadores de maletas ». La crisis de la 4ta. Internacional dio sin duda un golpe terrible al PCI, pero la estrecha política de subordinación política y organizacional del PCI al MNA contribuyó considerablemente a debilitarlo, a reducirlo a 50 militantes en 1958. Sobre todo teniendo en cuenta que esta política hizo quiebra. (Stéphane Just, Cómo el revisionismo se apoderó de la dirección del PCI, 1984, GB, p. 10)
Lambert compara a Messali con Lenin. Se supone que la lucha antiimperialista se transforme automáticamente en revolución permanente en Argelia y en revolución socialista en Francia. La única diferencia con el PCI minoritario y el SICI pablista, que se alinea también con el nacionalismo argelino, es que estos últimos eligen, con más olfato, el ala rival, al FLN que desencadena la guerrilla contra el imperialismo francés, mientras que el MNA suplica la intervención de la ONU. Pablo pasará a ser, con la independencia, consejero personal del Presidente Ben Bella.
La República parlamentaria es la perspectiva política de las dos fracciones del POI. Es tal régimen, resultante de una Asamblea Constituyente (1945-1946), el que dirige la guerra de Argelia, encarcela, tortura y asesina a los combatientes argelinos. En Francia, dentro de los anarquistas, la FCL, que se pronuncia por el derecho a la independencia, es destruida bajo los golpes del aparato represivo del Estado burgués; la FA, que permanece neutra, no es inquietada. El PCI mayoritario (CICI) y el PCI minoritario (SICI) son perseguidos por la policía, perseguidos por la justicia, La Verdad es incautada, se encarcela a Pablo en los Países Bajos. Por el contrario, VO (la madre de LO), que da la espalda al nacionalismo francés y al nacionalismo argelino, escapa a la represión. Ninguno de los dos PCI emprende construir una organización proletaria revolucionaria en los trabajadores argelinos y VO no puede hacerlo, vistas sus posiciones.
El test del sindicalismo de la guerra fría
Después de 1958 Lambert disuelve de hecho el Partido Comunista Internacionalista y hace aparecer un periódico que corresponde a su adaptación creciente a las burocracias sindicales de FO y la FEN.
Después de que De Gaulle tomó el poder, no hubo más organización trotskista oficial. La Verdad se convirtió en una « revista trotskista »: gerente, Pierre Lambert. Rápidamente Lambert hizo aparecer cada semana una hoja fotocopiada, « Informaciones Obreras »: responsable, Pierre Lambert. (Stéphane Just, Cómo el revisionismo se apoderó de la dirección del PCI, 1984, GB, p. 10)
Informaciones Obreras no es el órgano de una organización que indica claramente su nombre y su programa, ella se disimula bajo cubierta de « tribuna libre de la lucha de clases » (sic) que tiene un antecesor, La Comuna, publicado como « órgano de masas » por Molinier y Frank en noviembre de 1935 (al menos La Comuna se pronunciaba a favor de las milicias obreras y el poder de los consejos, dos tabúes para los lambertistas).
Es deber elemental de una organización revolucionaria procurar que su diario político sea lo más accesible posible a las masas… La impaciencia oportunista conduce a la conclusión de que las masas no fluyen porque nuestras ideas son demasiado complicadas y nuestras consignas son demasiado avanzadas. Sería necesario pues simplificar nuestro programa, reducir nuestras consignas, resumidamente, lanzar el lastre. Básicamente, eso significa que nuestras consignas deben corresponder, no a la situación objetiva, no a la relación entre las clases analizada por el método marxista, sino a valoraciones subjetivas, muy superficiales y muy insuficientes, de lo que las masas pueden aceptar o no. (León Trotsky, ¿Qué es un diario de masas?, 30 de noviembre de 1935, OEuvres, ILT, t. 7, p. 174)
Lambert no terminó « de liberarse del lastre ». De paso, la observación de Trotsky no se aplica solamente a Informaciones Obreras, sino también a la posterior Lucha Obrera (el « diario de Arlette »).
Como VO hardysta (el antepasado de LO) o el PCI pablista y la JCR castrista (los antepasados de la LC-LCR), el « grupo Lambert » se refuerza durante la ola revolucionaria mundial de los años sesenta, reclutando en la juventud obrera y estudiante (en particular en las escuelas normales). Declara en 1967 la Organización Comunista Internacionalista (OCI, sección francesa del CICI) cuyo manifiesto es redactado redacta por Gérard Bloch que, a diferencia de Lambert, conocía la teoría marxista. Stéphane Just, que sigue siendo obrero toda su vida, estudia el marxismo, analiza la economía capitalista y polemiza vigorosamente con el pablismo (entre otros en Defensa del Trotskismo, 1965 y Revisionismo liquidador contra trotskismo, 1971). Pierre Broué, que consagra su vida a estudiar el movimiento obrero revolucionario, publica en los años 1960-1970 sobre la revolución española, la revolución húngara, la historia del Partido Bolchevique, la revolución alemana, etc.; recoge y presenta los escritos de Trotsky sobre dos países (El movimiento comunista en Francia, 1967; La Revolución Española, 1975), publica los debates de la Internacional Comunista sobre China, El ABC del comunismo de Bujarin y Preobrajensky… Boris Fraenkel hace conocer en Francia a Lukacs, Reich, Marcuse… Su pupilo Jean-Jacques Marie aprende ruso y comienza a publicar (una edición cuidada del ¿Qué hacer? de Lenin en 1966, una biografía de Stalin en 1967, etc.). Es el cenit del OCI. Al mismo tiempo, el gurú de VO-LO, Hardy (Robert Barcia), que es tan incapaz como Lambert para escribir libros, prohíbe a sus cuadros hacerlo.
Con todo, esta actividad práctica y teórica del OCI disimula la perspectiva de establecer en sí mismo una formación centrista (« la transición en el partido » según Lambert, lo que es muy diferente de intervenir eventualmente en un partido centrista existente), una concepción oportunista del frente único (erigido en estrategia) y sobre todo alianzas dudosas (establecidas, a menudo tras bastidores, por Lambert).
La organización de este grupo estaba en manos de Pierre Lambert, que es al mismo tiempo el hombre clave del segundo pilar, una red amical-sindicalista que se convierte en la oposición oficial, aliada a la dirección en FO, estando bastante presente también en la FEN. Esta red se basa en compromisos con los aparatos sindicales… Su desarrollo no es controlado por la organización, sino por Lambert personalmente; pero todos los demás responsables políticos, Stéphane Just como Pierre Broué, aceptan que Alexandre Hébert asista frecuentemente a las reuniones del Buró Político de la OCI… Progresivamente, el primer pilar (construcción de un partido revolucionario) será adaptado y sacrificado al segundo pilar (la red burocrática-amical de la que Lambert es el centro). (Vincent Présumey, Pierre Lambert 1920-2008, Democracia y Socialismo, febrero-marzo de 2008)
Lambert revisa también el programa comunista sobre los sindicatos. Recoge el mito caro a FO de « la independencia » frente a los partidos. Simétricamente, « olvida » el concepto de burocracia, que es la explicación materialista de la práctica pro-capitalista, nada independiente, de las direcciones sindicales.
Los hechos demuestran que los sindicatos políticamente « independientes » no existen en ninguna parte. No los ha habido. La experiencia y la teoría indican que nunca los habrá. (León Trotsky, Sindicalismo y comunismo, 14 de octubre de 1929, Clase obrera, partido y sindicato, LC, p. 34)
En efecto, la corrupción de los aparatos sindicales, un fenómeno convergente con la transformación de los aparatos de los grandes partidos obreros en burocracias, en realidad agencias de la burguesía en la clase obrera.
Las instituciones políticas del capitalismo moderno – la prensa, el Parlamento, los sindicatos, los congresos, etc. – han creado para los obreros y empleados reformistas y patriotas, respetuosos y bien sabios, los privilegios y las limosnas políticas correspondientes a los privilegios y las limosnas económicas. Las sinecuras lucrativas y descansadas en un Ministerio o en un Comité de industrias de guerra, en el Parlamento y en diversas comisiones, en las redacciones de « sólidos » diarios legales o en las direcciones de sindicatos obreros no menos sólidos y « de obediencia burguesa », esto es lo que utiliza la burguesía imperialista para atraer y recompensar a los representantes y a los partidarios de los « partidos obreros burgueses ». (Vladimir Lenin, El Imperialismo y la escisión el socialismo, octubre de 1916, OEuvres, Progreso, t. 23, p. 129)
En 1959, el socio de Lambert (Alexandre Hébert, Secretario de la Unión Departamental de Loira Atlántico) vota en el Congreso Nacional de FO el informe de la dirección Bothereau, mientras que acaba de negarse a dar una consigna de voto en el referéndum de De Gaulle que establece la 5a. República; los militantes del « grupo Lambert » (Daniel Renard, René Dumont) se abstienen; los antiguos de la mayoría del PCI (Michel Lequenne, Marcel Gibelin) votan contra el informe de la dirección de FO con una oposición clasista (Llamamiento de los 58).
Una corriente se generó en FO para que la Central llame al No en septiembre de 1958, con un llamamiento de 58 responsables… Pero ni Hébert, ni Renuard, ni Dumont figuran en la lista… En el Congreso de 1959, la oposición de izquierda está viva… y los votos contra el informe moral son numerosos (alrededor del 11,5% de los mandatos…). Es en este contexto preciso que Alexandre Hébert elige declararse satisfecho de la orientación confederal… Hébert aporta también su apoyo a una Resolución que rechaza « toda acción común con la CGT comunista ». (Vincent Présumey, Pierre Lambert 1920-2008, Democracia y Socialismo, febrero-marzo de 2008)
Hébert, además de dirigir el sindicato « independiente » en Loira Atlántico, hace política. En 1965, apoya la candidatura de André Morice, dirigente de un partido burgués, al Municipio de Nantes… en nombre de la democracia, por supuesto.
Morice simboliza, a los ojos de todos, la Argelia francesa. Fue el Ministro que se comprometió ampliamente contra la rebelión argelina… Para Morice, la hegemonía gaullista en la Asamblea es demasiado pesada… juzga necesario conquistar algunos grandes municipios… Alexandre comparte esta concepción. ¡No demasiado poder concentrado en una única mano! Se divide luego de una declaración… (Joël Bonnemaison, Alexandre Hébert, 1996, Roca, p. 107-108)
Morice, capitalista de la edificación (su empresa formó parte de los fabricantes del Muro del Atlántico del 3er. Reich), en el Partido Radical de 1924 a 1956, fue Ministro de Defensa Nacional durante la guerra de Argelia, concibió la « línea Morice » para aislar al FLN de Túnez y se opuso a De Gaulle porque terminó por conceder la independencia a Argelia.
El test de la crisis revolucionaria
Las debilidades de la OCI son reveladas por la práctica, durante la rebelión de la juventud en mayo de 1968 y la Huelga General de mayo-junio de 1968. La OCI no interviene casi bajo su nombre; aparece sobre todo bajo dos caretas: la Federación de Estudiantes Revolucionarios y los Comités de Alianza Obrera. Su línea evita cuidadosamente chocar con las burocracias de FO y de la FEN. Aquí ya el lambertismo le da la espalda a la revolución socialista.
En mayo-junio de 1968, nuestra política no careció de debilidad. La Huelga General, espontáneamente realizada, ponía en el centro de toda la cuestión del gobierno, la cuestión del poder… Durante la Huelga General, con mucha razón, avanzamos la consigna de la constitución de un Comité Central de la Huelga General. No respondimos a la cuestión del Gobierno… Por lo tanto, lo quisiéramos o no, nuestra política tenía un carácter trade-unionista. Caímos en la ilusión de que la Huelga General « organizada » por el C.C. de huelga se bastaría a sí mismo. Además, no tomamos ninguna iniciativa real que abra la vía a la realización de este Comité Central de la Huelga General. (Stéphane Just, Cómo el revisionismo se ha apoderó de la dirección del PCI, 1984, GB, p. 11)
En junio de 1968, el Gobierno de De Gaulle-Pompidou prohíbe la OCI, la FER, así como la JCR, VO y todas las organizaciones que se reclaman de la revolución.
Durante cerca de un año, no hubo organización trotskista oficial. Sólo el 12 de mayo de 1969 declaramos « la Organización Trotskista, por la reconstrucción de la 4ta. Internacional ». Así pues, aceptamos callarnos durante cerca de un año como organización trotskista combatiente por la reconstrucción de la 4ta. Internacional y sobre su programa. « La OCI estaba en pantalones cortos »: se albergaba detrás el AJS [Alianza de los Jóvenes por el Socialismo] y, hasta cierto punto, detrás de la Federación de Comités de Alianza Obrera. Es una actitud típicamente oportunista. (Stéphane Just, Cómo el revisionismo se ha apoderó de la dirección del PCI, 1984, GB, p. 44)
En 1970, la OCI se legaliza, sin aparecer mucho más. La LC-LCR ocupa el terreno de la organización leninista visible.
En 1969, Lambert en persona y su aliado anarco-sindicalista Hébert votan en el Congreso de FO por el informe de la dirección, por lo tanto aprueban la orientación de defensa del capitalismo y del Estado burgués seguida en mayo-junio de 1968. No dejarán nunca más de hacerlo. Más de una vez, los militantes del OCI votan los informes de la dirección de la FEN. Lambert contribuye a la reconstrucción de la socialdemocracia en 1973 en Portugal (PS).
Ciego sería el que se negara a ver que sobre los problemas extremos de la revolución, hoy, el PS portugués ha comprometido un combate que reúne los intereses fundamentales del proletariado: democracia obrera en los sindicatos, elecciones municipales, respeto a la Constituyente, libertad de la prensa, etc. (Informaciones Obreras, 10 de septiembre de 1975).
En realidad, el PS emplea toda su influencia en traicionar la revolución portuguesa de 1974-1975, completando el trabajo contrarrevolucionario del estalinismo (PCP). Una vez que el PS ha conseguido estabilizar el Estado burgués, Soares se libera de sus « trotskistas ».
En 1975, Lambert intenta resucitar – en vano – el POUM en España.
En 1980 el lambertismo se alinea incondicionalmente con la dirección clerical de Solidarnosc e intenta – vanamente – crear un partido socialdemócrata (PSSP) en Polonia.
En 1981, la OCI declara el PCI, que sirve de suplente al PS, simétricamente al papel de muletas del PCF que juegan LO y la LCR. Bajo mano, Lambert contribuye a reforzar el PS enviando varias decenas de militantes, entre ellos Lionel Jospin, que tienen por consigna construirlo sin oponerse a Mitterrand.
Calumnias y violencias
La otra característica que diferencia la OCI-PCI del resto del centrismo francés es el recurso a la exclusión y a la calumnia (incluso a la violencia) hacia toda oposición en sus filas. De 1961 a 1971, es la SLL británica quien domina al Comité Internacional. En 1966, en la conferencia de 1966 del CICI, Healy, el jefe de la SLL, expulsa al grupo Spartacist de los Estados Unidos (hoy SL), sin protesta de la delegación del « grupo Lambert ».
En 1966 la OCI excluye a Boris Fraenkel y Jean-Marie Brohm.
La SLL escinde el CICI en 1971. La OCI lo abandona y crea su CORCI. Lambert se comporta con el CORCI como con la OCI, expulsando todo lo que se cruce en su camino, con la ayuda de Stéphane Just y de François de Massot.
En 1971, la LRSH de Hungría que se opone al abandono del CICI, es expulsada. La dirección de la OCI desencadena una campaña de calumnias contra su dirigente Varga, acusado de ser un agente de la KGB y la CIA a la vez. Publica un folleto anónimo infame, escrito por Just y Forgue (François de Massot). El servicio de orden de la OCI (dirigido por los hermanos Malapa) agrede sistemáticamente a los militantes del AJS y la OCI que comparten la posición de la LRSH (fracción LIRCI de la OCI, luego LOR).
En 1978 el CORCI excluye a la LO de Palestina/Israel.
En 1976 la OCI excluye a Berg (Jacques Kirsner), Secretario Nacional de la organización de la juventud (AJS) y miembro del Buró Político, por malversaciones financieras, cuando Berg hizo en pequeño lo que Lambert había hecho en grande, escapando desde 1954 a todo control de la organización.
En 1979 el CORCI excluye al PO de Argentina (lo que implica la salida del POR de Bolivia)…
En 1984 el PCI excluye a Just, a Etienne Laurent (François Chesnais) y Jean Ribes.
En 1989 excluye a Broué y a René Revol.
En 1991 excluye a Michel Panthou y Langevin, el redactor en jefe de Informaciones Obreras.
En 1992 excluye a Alexis Corbière y Pedro Carrasquedo que se encuentra inmediatamente acusado por terrorismo; los militantes del GLC son atacados por los matones de Lambert.
El test del frente popular
Ante el Frente Popular, Lambert va a abandonar el programa comunista sobre el Estado y sobre el partido. En la constitución de 1972 de la Unión de Izquierda (UG) entre el PS, el PCF y el MRG (hoy Partido Radical de Izquierda), el primer movimiento de Lambert converge con la posición de la LCR: empujar el Frente Popular hacia la izquierda. Just llega a convencer de que es necesario oponer frontalmente a la UG el Gobierno Obrero, una posición inspirada en la 4ta. Internacional de los años ’30, que refuerza a la OCI durante los años ‘70 frente a la LCR y a LO.
Las oscilaciones y tendencias oportunistas, el papel de Lambert y algunas de sus tendencias propias, el método de funcionamiento de la OCI y a continuación del PCI, los vínculos establecidos con el aparato de FO y al menos algunos fondos del PS, la constitución de un mini-aparato enteramente en manos de Lambert, predisponían a la subordinación del PCI a la política del Frente Popular. Mientras « la Unión de Izquierda » y, en particular el PS, estaban en la oposición, teniendo en cuenta que la OCI solo representaba una fuerza política limitada, la orientación podía aparecer una orientación manchada de oportunismo pero permaneciendo sin embargo en el marco general de « trotskismo ». El test de la Unión de Izquierda, del Frente Popular, fue decisivo: las oscilaciones, las tendencias oportunistas se transformaron en revisionismo; el mini-aparato se convirtió en un instrumento de subordinación del PCI a esta política y de purificación de éste de los militantes que no aceptaban esta política. (Stéphane Just, Cómo el revisionismo se apoderó de la dirección del PCI, 1984, GB, p. 50-51)
En 1978 la OCI no presenta a candidatos a las elecciones legislativas. El Comité Central publica: « lo más importante en estas elecciones, es combatir para que una mayoría PS-PCF sea elegida para la próxima Asamblea Nacional”. Como acepta más tarde Just que había votado esta Resolución: « detrás de esta decisión, había toda una orientación que iba a llevarnos lejos » (p. 23). Eso iba a conducir a la disolución del PCI en 1991.
En efecto, si las elecciones tienen la capacidad de transformar la sociedad, no hay necesidad de revolución para destruir al Estado Burgués. No hay necesidad de que el proletariado se arme, las cédulas de voto harán la tarea. El partido obrero revolucionario es prescindible, basta con impulsar a la mayoría parlamentaria de los partidos reformistas de masas a actuar legalmente. Si los partidos obreros no obedecen, basta con sustituirlos por un verdadero partido reformista.
Para la Internacional Comunista, la consigna de Gobierno Obrero no tenía nada que ver con una mayoría cualquiera en el Parlamento.
El Gobierno Obrero es una fórmula algebraica, es decir, una fórmula en términos de la cual no corresponden valores numéricos fijos. De ahí sus ventajas y también sus inconvenientes. Sus ventajas consisten en abarcar a los obreros que aún no ascendieron a la idea de dictadura del proletariado y a la comprensión de la necesidad de un partido dirigente. Sus inconvenientes, consecuencias de su carácter algebraico, consisten en que puede asignarle un sentido puramente parlamentario que, para Francia, sería la práctica el menos real e ideológicamente más peligrosa que se pueda imaginar… La consigna del Gobierno Obrero en Francia no es una consigna de combinaciones parlamentarias: es la consigna de un movimiento masivo del proletariado, liberándose completamente de las combinaciones parlamentarias con la burguesía, oponiéndose a la burguesía y oponiendo la idea de su propio Gobierno a todas las combinaciones gubernamentales burguesas. De este modo, esta fórmula algebraica es, en su esencia, profundamente revolucionaria. (León Trotsky, El Gobierno Obrero en Francia, 30 de noviembre de 1922, El movimiento comunista en Francia, Medianoche, p. 214-215)
Para la 4ta. Internacional, no se trataba de una mayoría del Parlamento, de la democracia burguesa.
Nosotros empleamos la consigna de « Gobierno Obrero y Campesino » solamente en el sentido que tenía en 1917 en boca de los bolcheviques, es decir, como una consigna anti-burguesas y anticapitalista, pero nunca en el sentido « democrático » que le dieron más tarde los epígonos, haciendo de ella, cuando era una etapa hacia la revolución socialista, la principal barrera en esta vía. (La Agonía del capitalismo y las tareas de la 4ta. Internacional, 1938, GMI, p. 27)
La revolución de Nicaragua en 1979 hizo estallar la « 4ta. Internacional » pablista, que no se repondrá nunca. Su « Fracción Bolchevique » dirigida por Moreno, otro fabricante de partidos amplios, semi-nacionalistas (PSRN) o semi-reformistas (PST, MAS) en Argentina, se une al CORCI para fundar un « Comité Paritario » en 1979. La FB es un pablismo del Tercer Mundo, orientado hacia el nacionalismo pequeño-burgués e incluso burgués a manera de atajos a la construcción de partidos proletarios con el programa del comunismo, mientras que el lambertismo está educado para el servilismo hacia el sindicalismo de la guerra fría y la social-democracia tradicional. El bloque va a revelarse inestable.
En Francia, la OCI es reforzada en 1980 por varios centenares de militantes de la LCR. En 1980, siguiendo a Lambert y Moreno, contra Just, el PCI, en vez de presentar su candidato/a en la elección presidencial de 1981, hace campaña por el voto en primera vuelta por el candidato del PS (Mitterrand), cuya victoria electoral supuestamente abrirá una situación revolucionaria.
La idea de presentar en la elección presidencial a un candidato del frente único obrero es básicamente errónea. El partido no tiene derecho a renunciar a movilizar a sus partidarios y contar sus fuerzas en las elecciones. Una candidatura del partido que se opone a todas las demás candidaturas no puede nunca constituir un obstáculo a un acuerdo con otras organizaciones para los objetivos de la lucha. (León Trotsky, La Revolución alemana y la burocracia estalinista, 27 de enero de 1932, Cómo vencer al fascismo, Buchet-Chastel, p. 163)
La 4ta. Internacional (CI-CI) declarada en 1980 por Lambert y Moreno fue escindida por este último en 1981. Este fracaso refuerza las tendencias nacionales ya señaladas del PCI, tanto más que una parte de las fuerzas lambertistas de América Latina pasa al nuevo reagrupamiento morenista internacional (LIT-CI). Por ejemplo, el POMR de Perú se fractura entre el PT y el PST. Para justificar su maniobra, Nahuel Moreno no se priva de denunciar el oportunismo de Lambert frente a la socialdemocracia (que conocía mucho antes de 1979) y la capitulación del PCI ante el frente popular (cuando él intervino en el C.C. del PCI, según Just, por el apoyo desde la primera vuelta a Mitterrand). En 1982, el principal cuadro venido de la LCR, Lecaute-Nemo, huye del PCI que encuentra irrespirable, mientras que otros se solazan (Seldjouk, Gluckstein, Ulyses, Gauthier…) Si Daniel Gluckstein deja un empleo, Lucien Gauthier se incorpora a los numerosos desclasados de la OCI devenidos rentados sin nunca haber trabajado (Forgue, Lacaze, Moutot, Schapira…).
Berg no es el único en haberse aprovechado del sistema, hay un « aparato » compuesto de rentados, que tendrán pronto sus tarjetas de diversos límites con respaldo en la caja de la organización, para cubrir sus necesidades, pagarse el hotel… Están lejos, muy lejos, de la miseria que había podido ser la de los raros rentados al salir de la guerra. (Vincent Présumey, Pierre Broué 1926-2005, LdL, enero de 2006)
Para alimentar un aparato sobredimensionado, el método es la captación de herencias de los militantes, el reclutamiento, las ventas del diario, la colecta de dinero por medio de peticiones…
Se declaran Comités de latón, se pasa sin espíritu de continuidad de una solicitud a otra, corremos de un lugar a otro, se grita a los militantes, se es incapaz de discutir con los militantes de otras organizaciones, el nivel de la formación desciende… (Vincent Présumey, Pierre Broué 1926-2005, LdL, enero de 2006)
En 1982, la UNEF, que dirige el PCI, deja de boicotear a los organismos de cogestión universitaria establecidos por De Gaulle para evitar la repetición de la rebelión estudiantil de mayo de 1968. Los partidos obreros burgueses, el PS y el PCF, como era de esperarse, gobiernan a cuenta de la burguesía francesa. Lambert orienta al PCI a la presión sobre la « mayoría PS-PCF » de la Asamblea Nacional y sobre el Gobierno burgués.
La lógica política de llamar a votar desde la primer vuelta se desarrolló: negativa a elaborar un programa de acción anti-capitalista, negativa a cuestionar al gobierno « de Unión de Izquierda », súplicas dirigidas al Gobierno, palabrería sobre « la Asamblea Nacional debe votar tal ley, tal otra ley etc. » « (Stéphane Just, Cómo el revisionismo se ha apoderó de la dirección del PCI, 1984, GB, p. 31) »
La línea de la democracia burguesa sangra el PCI
Mientras la dirección del PCI anuncia cada semana la crisis económica mundial, el hundimiento de la 5ta. República, la crisis revolucionaria… sus efectivos declinan. LO, que se comprometió menos con la Unión de Izquierda, comienza a disputar el terreno a la LCR y al PCI. Desde 1981, Just se opone sin éxito a Lambert en la dirección, sin apelar al partido antes de 1984. En 1983, de acuerdo con la dirección Bergeron de FO, Lambert escinde la FEN, único marco de frente único en la enseñanza, para crear sindicatos de FO, lo que facilitará la operación de destrucción definitiva de la FEN en 1992 por el PS (que creará la UNSA) y el PCF (que creará la FSU con la ayuda de la LCR y LO).
En 1984, después de haber esperado tanto del Parlamento e incluso del Gobierno de Frente Popular, Lambert da un giro brutal decretando que el PS no es más un partido obrero (« la clase obrera ya no está representada ») y redoblando el oportunismo (« la línea de la democracia »). Esto último no es más que el enésimo refrito del reformismo y la revolución por etapas. Del giro reformista deriva la liquidación del PCI. La primera etapa es la creación de una nueva careta: en 1985, el PCI crea con burócratas de FO el MPPT, que denuncia todas « las soluciones extremas » (sic) y se da como objetivo « restablecer la democracia » (con la que no designa a la Comuna de París, una solución extrema, seguro, sino más bien a la 4ta. República que reprimió las huelgas de las minas de carbón y los astilleros, sin hablar de los movimientos nacionales de Madagascar, Indochina y Argelia).
La gran divergencia entre el compromiso con el marxismo revolucionario (de la mayoría de los cuadros venidos del PCI de posguerra, así como de una gran parte de los jóvenes reclutados a continuación) y la práctica oportunista (impuesta por Lambert y por el aparato a su servicio) se vuelve intolerable. Toda una serie de escisiones siguen a la revisión del programa y la liquidación del PCI.
Por una parte, los que defienden el programa: apenas algunas decenas son excluidas con Just en 1984, lo que dice mucho sobre la gangrena de la OCI-PCI; dos pequeños grupos de excluidos se incorporan en 1987 (QF) y en 1991 (GT) al Comité fundado por Just, que engrosa seguidamente por la adhesión de militantes de la JCR pablista.
Del otro, los que abandonan el PCI para aplicar la « línea de la democracia » de manera más rentable para ellos: varios centenares siguen en 1986 a Cambadélis y Benjamin Stora al PS, lo que suministra la UNEF a Mitterrand (¡Lambert pretende mientras tanto que Cambadélis estaba infiltrado en el PCI por el Elíseo!); en 1987, Jospin abandona el PCI. Para estos oportunistas, si hay que hacer reformismo, hay que hacerlo con éxito.
Entre los dos, se encuentran los lambertistas sin Lambert:
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Broué, que había avalado la exclusión de Just, es a su vez expulsado con algunos militantes y calumniado en 1989. Prosigue su trabajo de historiador; su actividad política se reduce a frecuentar socialdemócratas de izquierda (Gérard Filoche del PS, Greg Oxley del PCF…)
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Langevin, excluido en 1991, lanza el diario Democracia (sic). »
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Carrasquedo, excluido en 1992, afirma mientras que « Lambert rechaza a Lambert y la continuidad revolucionaria que personificaba »; en la actualidad, el GLC está vinculado al ala más oportunista y liquidadora del pablismo-morenismo argentino ( ) y está todavía en busca de un “partido de los trabajadores », como si no hubiera sido suficiente…
La prueba de la inmigración
Las burocracias obreras favorecen a la aristocracia obrera y vuelven la espalda a las capas más explotadas y más oprimidas de la clase obrera. Alineándose con la de FO, Lambert y su micro-aparato, reclamándose al mismo tiempo de la democracia, se orientaron a rechazar la lucha por la igualdad de derechos de todos los trabajadores del país.
La « línea de la democracia » conduce a negar los derechos democráticos para los inmigrantes, por lo tanto a toda una parte de la clase obrera. Realmente, esta línea es una línea defensiva de la sociedad burguesa, del Estado burgués, contra un posible movimiento revolucionario del proletariado. No es pues asombroso que niegue los derechos políticos, entre ellos el voto, a los inmigrantes. La prueba decisiva de la lucha contra el imperialismo, es la lucha contra nuestro propio imperialismo. La lucha por los derechos políticos a los inmigrantes, entre los cuales está el voto, es una prueba decisiva de la lucha contra su propia burguesía. Esta denegación del combate por los derechos políticos plenos y completos para los inmigrantes es de la misma naturaleza que la negativa a construir un auténtico partido revolucionario en Francia, al cual la dirección del PCI se propone substituir por la construcción de un supuesto partido de los trabajadores. (Combatir por el socialismo, enero de 1985)
En 1991, el PT se declara con menos miembros que el PCI de 1980 (a lo sumo un tercio). Pero hay ya dos partidos obreros burgueses en Francia, lo que no le deja ningún lugar. Este partido reformista artificial asimila el PS al totalitarismo (una variante del « social-fascismo » estalinista del 3er. período), defiende « la República » (como la francmasonería, el Partido Radical, el PS y el PCF), se orienta contra la Unión Europea (como el PCF, una parte del PS con Mélenchon y Fabius, una parte de RPR con Pasqua, y el FN), se asocia con un partido burgués soberanista (el MRC). Uno de sus fundadores, Hébert, flirtea incluso con el FN.
El Buró Confederal de FO tomó sus distancias ayer con la entrevista a un antiguo responsable de la organización, Alexandre Hébert, en la revista del Frente Nacional, « Francés en primer lugar », dejando « la entera responsabilidad de las observaciones publicadas a su autor ». (Los Ecos, 12 de octubre de 1999)
El redactor principal de entonces del diario departamental de FO en Loira-Atlantico, El Oeste Sindicalista, y autor de una biografía autorizada de Hébert es Joël Bonnemaison, un antiguo miembro del Comité Central del FN y un antiguo candidato del partido fascistizante y antiinmigrante.
La prueba del islamismo
La clase obrera es el motor de la revolución que comienza en Irán en 1978. El núcleo de militantes iraníes del CORCI, educado en el legalismo, el frente único antiimperialista, la revolución por etapas y el seguidismo al nacionalismo burgués, es enviado en 1979 a incorporarse al HKS pablista y desaparece en el aplastamiento del movimiento obrero dirigido por el islamo-fascismo de 1979 a 1988, encabezado por los pequeños-burgueses y desclasados fanatizados. Ninguna conclusión saca el PCI de la revolución y la contrarrevolución iraní.
En 1987, Luis Favre, principal responsable latinoamericano del lambertismo, es incorporado a la dirección del PT, el partido obrero burgués de Brasil (en 2011, Favre organizará la campaña del futuro Presidente de Perú, el Comandante Ollanta Humala, del PNP nacionalista burgués). La organización lambertista en Canadá (GST) se disuelve en 1987 en el partido socialdemócrata (NPD). En 1989, la organización lambertista en Gran Bretaña (SLG) se adhiere brevemente al grupo pablista (ISG) antes de pasar al Partido Laborista. En 1993, Lambert proclama « la 4ta. Internacional », cuando el CI-CIR es por una parte reducido y por otra le da la espalda al programa comunista. La 4ta. Internacional en manos de Pablo fue una tragedia; la 4ta. Internacional dirigida por Torrance, North o Lambert, es una broma. El primero la destruyó; los otros se disputan, patéticamente, un cadáver.
En 1991, la organización lambertista en Argelia (PT) apoya la « huelga general » convocada por el partido islamista (FIS). Luego el PT llama a constituir un gobierno de unidad nacional FFS-FIS-UGTA. En 1995, el PT adhiere con el FIS al Contrato Nacional.
En el número de “Informaciones Obreras” del 18 de enero se publica un « comunicado del Partido de los Trabajadores de Argelia » con fecha 17 de enero de 1995, que firma Louisa Hanoune. Este comunicado se esfuerza en justificar el Contrato Nacional (ya que tal es el nombre de este texto) redactado en Roma por el Frente Islámico de Salvación, el Frente de Liberación Nacional, el Movimiento por la Democracia en Argelia y el Partido de los Trabajadores… El PT de Argelia, Louisa Hanoune, hizo un bloque político con los agentes de la reacción religiosa negra (el FIS), con otros defensores del islam que son el FLN, el MDA (Ben Bella), con el FFS (Hocine Aît Ahmed). En conjunto, declararon: « Los elementos constitutivos de la personalidad argelina son: « el islam, el arabidad y la bereberidad »… La única salida para el proletariado y las masas explotadas de Argelia, es organizarse sobre su propio plan rompiendo con las fuerzas burguesas y pequeño-burguesas – sean más o menos agentes del imperialismo – y con el Estado argelino; es combatir por sus objetivos de clase, en la perspectiva de un Gobierno Obrero y Campesino. Sin embargo, Louisa Hanoune y el PT de Argelia pactan con sus enemigos. (Combatir por el socialismo, febrero de 1995)
El lambertismo cava su tumba
El 2007, el juego de las muñecas rusas alcanza su paroxismo: la CCI decide que el PT aportará su apoyo a un « candidato de los alcaldes » (sic) a la elección presidencial. Las contorsiones y trucos de Lambert y Gluckstein solo sirven para mistificar y para estafar a los militantes reclutados sobre la base del comunismo internacionalista. El proletariado los ignora completamente y sigue votando por sus partidos tradicionales o, en una menor medida, por los candidatos que parecen revolucionarios. El inefable Schivardi recoge un 0,34% de los votos, cubriendo de vergüenza a los militantes que les quedan algunos recuerdos marxistas.
En 2008, después de la muerte de Lambert, el PT se transforma en POI, que se supone es todavía más amplio, pero se estrecha más aún y envejece visiblemente.
Nuestro partido se constituye para la unidad de los pueblos, de los trabajadores y las organizaciones contra la arbitrariedad, contra la injusticia, para la democracia y la soberanía. (POI, Declaración preliminar del Congreso de Fundación, 15 de junio de 2008)
Curiosa « unidad de las organizaciones » que están « por la soberanía »… Tomada al pie de la letra, es el frente reaccionario POI-PCF-PdG-MRC-DlF-FN, que preconiza Sapir.
En la práctica, el POI apoya todas los jornadas de acción de FO, las « negociaciones » de las burocracias sindicales de los golpes contra la clase obrera, se calla púdicamente sobre la presencia de FO en el Consejo de Orientación de las Jubilaciones, en el Consejo Económico, Social y Medioambiental, en la Caja Nacional del Seguro de Vejez…
Para comprender la crisis que sacude el POI, es necesario conectarla no sólo con la destrucción de la 4ta. Internacional y a la historia del lambertismo, sino también con la lucha de clases mundial. La vuelta de la crisis capitalista mundial en 1973, la contraofensiva de la burguesía mundial, la restauración del capitalismo en Europa del Este, Rusia y China de 1989 a 1992, desplazaron todo el movimiento obrero hacia la derecha, incluido al centrismo: en Francia, LO pide a más policías, la LCR rechaza la dictadura del proletariado, el PCI reivindica una Asamblea Constituyente (en un país donde las libertades democráticas se conquistaron desde 1944)…
La crisis mundial de 2008, la debilidad y la fragilidad de la recuperación que le siguió, condujeron a las burguesías a acelerar su ofensiva contra la clase obrera. Pero para llegar a sus fines, la burguesía tiene necesidad imperativamente de la colaboración servil de las direcciones de las organizaciones obreras, comenzando por las burocracias sindicales. En Francia, los jefes del PS trabajan muy duro en ello. Deben dar pasos suplementarios, no solamente es necesaria la aceptación del « diálogo social », no solamente el acompañamiento de las contrarreformas, no solamente el sabotaje con las « jornadas de acción » y la dispersión de las luchas a las que LO, NPA y POI se suman tanto como el PCF y el PdG. Es necesario hacer firmar los acuerdos de despido, de reducción de salario, de aumento del tiempo de trabajo, es necesaria la degradación completa de los dirigentes sindicales ante las exigencias del capital. La presión se ejerce para empujar a los partidos reformistas siempre más lejos, más rápido, más profundamente, a la capitulación. Esto se comprueba tanto en Grecia como en Francia.
Es a esta presión de la burguesía, transmitida por sus agencias en la clase obrera a las que el POI está estrechamente vinculado, que responde la Resolución internacional de la que se reclaman las dos fracciones.
La única fuerza que puede ahorrar a la sociedad en Francia como en toda Europa y en el mundo, la zambullida en el caos, las confrontaciones comunitarias, es la clase obrera reuniéndose bajo su plan de clase, con sus organizaciones, reuniendo a todos sus componentes para desplegar toda su potencia en el combate que debe dirigir contra sus gobiernos respectivos, para obligarles a abandonar las reformas dictadas por la Unión Europea en Europa, instrumento del capital financiero, y a romper con la coalición militar imperialista; es el primer paso que permite abrir la vía a la constitución en Europa de gobiernos que se comprometerán en una libre y pacífica colaboración de todos los pueblos del continente, punto de apoyo decisivo para la organización a escala mundial de la colaboración pacífica de todos los pueblos del mundo, liberados de la soberanía imperialista. Toda la defensa de la civilización humana se concentra allí. (4ta. Internacional lambertista, Resolución, 15 de enero de 2015)
Para Lenin y Trotsky, las fronteras cumplieron su tiempo.
Hacia el final del siglo XIX, el Estado burgués con sus ejércitos y sus barreras arancelarias se convirtió en el más grande freno al desarrollo de las fuerzas productivas que exigen un terreno más extenso. Un socialista que se pronuncia hoy a favor de la defensa de la « patria » desempeña el mismo papel reaccionario que los campesinos de Vendée que se precipitaron a la defensa del régimen feudal, es decir, de sus propias cadenas. (4ta. Internacional, La guerra imperialista y la revolución proletaria mundial, 1940, GB, p. 10)
Para Gluckstein y Gauquelin, es necesario defender la unidad y la soberanía del Estado burgués. El social-chauvinismo designa como enemigo principal, no su propia burguesía, pero la extranjera. Como si la Unión Europea dictara la política de Merkel y Holland, cuando es al revés exactamente: la UE está en manos de las principales burguesías imperialistas de la Europa del Oeste.
Los oportunistas capitulan completamente ante las burocracias obreras: « la clase obrera se reúne con sus organizaciones, reuniendo todos sus componentes… », cuando la escisión del movimiento obrero fue generada de manera irreversible en 1914 por la traición de la Internacional Obrera y empeorada por la de la Internacional Comunista a partir de 1933.
Los pequeños burgueses pacifistas adoptan los engaños de la francmasonería y la ONU, « la colaboración de todo el pueblo », como si la guerra no fuera el fruto inevitable del capitalismo decadente, como si la paz pudiera ser obtenida de forma distinta que por la revolución, la dictadura del proletariado y la federación socialista mundial.
La 4ta. Internacional no se vuelve hacia los gobiernos que precipitaron al pueblo a la masacre, ni hacia la burocracia obrera que apoya a la burguesía en guerra… La 4ta. Internacional construye su política sobre la transformación de la guerra imperialista en una guerra de obreros contra capitalistas, por el derrocamiento de las clases dirigentes de todos los países; sobre la revolución socialista mundial. (4ta. Internacional, La guerra imperialista y la revolución proletaria mundial, 1940, GB, p. 4, p. 41)
El cretinismo parlamentario rechaza las consignas de soviets, armamento del pueblo, insurrección, revolución socialista, etc. La falsificación que pretende ser la 4ta. Internacional ordena a todo el lambertismo « sumergirse en las organizaciones de clase »:
Examinar todas las fuerzas que las secciones disponen, para comprometerlas en el combate para ayudar prácticamente a reunir las fuerzas de clase, para ayudarlas a sumergir el obstáculo de las direcciones enfeudadas y para – así – emerger y afianzarse sin esperar en el centro de las grandes organizaciones de clase que continúan vertebrando a la clase obrera y cuya crisis no puede sino desarrollarse bajo la presión de los acontecimientos. (4ta. Internacional lambertista, Resolución, 15 de enero de 2015)
El cierre se cierra: se creería leer al pablismo de los años 1951-1953.
Con el 3er. Congreso de 1951, nuestro movimiento llegó al más sumo grado alcanzado hasta ahora de comprensión de su táctica con el fin de insertarse en el verdadero movimiento de las masas… Con el fin de integrarse en el verdadero movimiento de las masas, los « trucos » y las « capitulaciones » no solo son admisibles, sino necesarios. (Michel Pablo, Informe al 10mo. Pleno del CEI, febrero de 1952, Los Congresos de la 4ta. Internacional, La Brecha, t. 4, p. 338, p. 356)
« Sumergirse y afianzarse sin esperar en el centro de las grandes organizaciones de clase », es abandonar la bandera del bolchevismo, ser lo más diluido y desarticulado, para sin más obstáculo, caer en la unidad de los aparatos contra la revolución socialista…
El POI se divide
El frente único obrero es lo contrario de la unión de las burocracias en base al programa de la democracia burguesa (sin hablar de la unidad de las organizaciones soberanistas). No es la solución que permitiría por sí sola « evitar el caos ». Es inevitablemente una lucha real, concreta, con objetivos precisos y claros, sin impedir a los comunistas criticar y denunciar las vacilaciones y retrocesos de sus posibles socios de combate. El frente único es una táctica que debilita a los burócratas, que refuerza a los comunistas, que prepara la toma del poder, la destrucción del Estado burgués, cuando los partidos obreros burgueses han sido desenmascarados suficientemente por el partido obrero revolucionario.
La 4ta. Internacional declara una guerra implacable a los burócratas de la 2da. y de la 3ra. las Internacionales, del Internacional de Amsterdam y la Internacional anarco-sindicalista, así como a sus satélites centristas; al reformismo sin reformas, a la democracia combinada aliada a la GPU, al pacifismo sin paz, al anarquismo al servicio de la burguesía, a los « revolucionarios » que temen mortalmente la revolución. (4ta. Internacional, La Agonía del capitalismo y las tareas de la 4ta. Internacional, 1938, GMI, p. 41)
La OCI-PCI devenida MPPT-PT-POI, es la degeneración irreversible de una organización centrista que cambió el programa de la toma del poder por la clase obrera por la « defensa de la República », que substituyó al internacionalismo proletario por la « defensa de la soberanía nacional ». El lambertismo es una escuela de burócratas sindicales y políticos socialdemócratas.
El POI es el secuaz de la burocracia de FO, duplica al PCF en el terreno del chauvinismo y converge desgraciadamente con el FN. Los envejecidos dirigentes del POI que se disputan hoy un cadáver putrefacto, un programa chauvinista y, entre bastidores, un patrimonio consiguiente, todos vivieron durante décadas muy por encima de las condiciones de existencia de los trabajadores ordinarios (alojamiento, remuneración, restaurantes, hoteles). Durante décadas formaron un partido lúgubre y atontaron a la base. Son abiertamente misóginos y homofóbicos. Mantuvieron, durante décadas, excluidos, calumniados, destruidos políticamente a todos aquellos que los resistían, especialmente a los que tomaban seriamente la referencia a la tradición comunista revolucionaria.
Para las necesidades de la polémica, la minoría se pinta de « oposición de izquierda ». Así pues, dicen, el centro de las campañas políticas del partido debe ser la toma del poder por la clase obrera. ¡Muy exactamente! Pero es el mismo Gluckstein el que reivindicaba en el editorial de Informaciones Obreras del 17 de junio pasado, no la toma del poder por la clase obrera, sino: « abrir la vía a la democracia cuya forma y contenido el mismo pueblo definirá ».
La minoría aguijonea la orientación seguida por el POI en dos luchas significativas, la huelga de Radio Francia y el movimiento de profesores contra la reforma del Colegio. Así, destaca que Informaciones Obreras del 9 de abril publicó sin ninguna crítica la carta de la Intersindical al Ministro Pellerin, que consideraba que « su carta de encuadre ofrecía a la dirección la posibilidad de negociar y encontrar una salida positiva al conflicto », ¡cuando la tal carta aprobaba al mismo tiempo hasta 380 supresiones de puestos! Del mismo modo, la minoría hace notar que un dirigente del POI pinta el 6 de junio, la unidad de las direcciones sindicales docentes, con los colores del frente único realizado:
El Ministro pretendió dar un golpe fatal a los profesores publicando el decreto sobre la reforma del Colegio la noche de la huelga mayoritaria del 19 de mayo. ¡Falló! Porque dos días más tarde, las organizaciones SNES, FO, CGT, SUD, apoyadas en la resistencia del personal dijo: ¡No! ¡No se acepta! ¡Derogación del decreto! ¡Huelga!
Efectivamente, es burlarse del mundo disfrazar la realidad en este punto: los burócratas sindicales de la educación sin duda se vieron obligados por los maestros a recoger de sus labios la consigna de la retirada de la reforma que pasaron meses negociando, pero en ningún caso organizaron la lucha real para conseguirlo. La huelga presentada con entusiasmo por el POI no es más que una jornada de acción de coartada y sabotaje en la tradición de las burocracias sindicales. Sin embargo, este oportunismo no es nuevo, es inherente al lambertismo, y el cuestionamiento por la minoría se detiene también tan rápidamente como comenzó. Como de costumbre, puesto que FO participaba, el POI sostuvo sin reserva la jornada de acción del 9 de abril.
El 9 de abril puso de manifiesto, a todos los que pretenden ignorarla o impugnarla, que la clase obrera organizada es una realidad, una fuerza, y que en cuanto las organizaciones avanzan claramente la consigna « Retirada del pacto de responsabilidad y la ley Macron! », los trabajadores, los militantes, buscan agruparse en una lucha de clase unida contra el Gobierno… » (BN del POI, 11 de abril de 2015)
“¿Era necesario lanzar todas nuestras fuerzas a la balanza para el éxito del 9 de abril? Sí, y lo hicimos.”, responde en eco la minoría que no ve allí nada negativo. Por lo tanto, el reproche que la minoría dirige a la mayoría, « los trotskistas deben sin embargo guardarse de confundir la realización de la unidad de acción intersindical con la realización de la propia lucha de clases », le concierne igualmente.
La minoría que grita hoy al lobo, que pretende « volver de nuevo a una política de construcción del partido », permanece en una política de construcción… de partido reformista y social-chauvinista, por lo tanto en una línea de destrucción del comunismo, de oposición a la construcción del partido revolucionario mundial.
No hay partido de todos, si se funda un partido sin programa, todo el mundo puede estar. (Friedrich Engels, Carta a Bernstein, 28 de noviembre de 1882, El movimiento obrero francés, Maspero, t. 2, p. 124)
Gluckstein y Lacaze dicen ambos: sí a la transformación del PCI en PT-POI, sí a la « línea de la democracia », sí a la unión con « los cargos electos » de todos lados, sí a la “Asamblea Constituyente Soberana », sí a la “ruptura con la Unión Europea », sí a « la República una e indivisible »… pero nada de terminar con el Estado burgués, nada de los Estados Unidos Socialistas de Europa, nada de los Comités de Huelga y los Soviets, nada de los piquetes y el armamento del pueblo, etc. Solo concedió Gluckstein la necesidad del combate por un vago Gobierno Obrero, el cual se convierte un poco más allá, a la vuelta de una frase, en el ¡« gobierno de la clase obrera y la democracia »! Indudablemente la orientación de la minoría no puede en ningún caso constituir una tabla de salvación para los militantes del POI que pretendan volver a conectar con el internacionalismo, a orientarse hacia la revolución y el poder de los trabajadores.
El programa de « defensa de la democracia » para los países avanzados es un programa de reacción. (León Trotsky, Una lección muy fresca, 10 de octubre de 1938, OEuvres, ILT, t. 19, p. 61)
El hundimiento del POI es la última ocasión, para las y los militantes que sean aún capaces de volver a la vía de Lenin y Trotsky, de romper el yugo del reformismo y el chauvinismo. A aquellos les es necesario una brújula, un programa para construir la Internacional de la revolución socialista mundial y en este país un verdadero partido obrero, es decir, abierta y firmemente revolucionario. A aquellos, el Colectivo Revolución Permanente y el Grupo Marxista Internacionalista pueden serles de una preciosa ayuda.
Cimentar estos elementos marxistas, así sean poco numerosos al principio, recordar en su nombre las palabras hoy olvidadas del socialismo auténtico, invitar a los obreros de todos los países a romper con los chauvinistas y alinearse bajo la vieja bandera del marxismo: tal es la tarea de la hora. (Vladimir Lenin y Grigori Zinoviev, El socialismo y la guerra, agosto de 1915, GMI, p. 34)