¡FUERA EL GOBIERNO Y EL CONGRESO!

La secular corrupción de la burguesía peruana -de sus empresarios, políticos, jueces, militares, policías, periodistas, rectores, prelados, etc.- está siendo inicialmente destapada en estos días. El hilo de la madeja debió ser jalado desde el exterior, lo que refleja el escandaloso reinado de la impunidad en el Perú.

No hay partido burgués que no esté mezclado con la aberrante política anti-popular impuesta por ocho gobiernos electos y una dictadura durante treinta y siete años, incluyendo a movimientos de la pequeña burguesía. Esta es la evidencia histórica de que la naturaleza profunda de la política reaccionaria es corrupta y de que esta corrupción solo lleva un nombre: Estado Capitalista. Y el régimen democrático vigente, la democracia liberal capitalista, ha sido siempre, en todas partes, una seudo-democracia corrupta.

Para el pueblo trabajador, la llave de su liberación es la supresión del Estado de la clase dominante y su reemplazo revolucionario por un Estado de los Trabajadores. Solo así podrá iniciar el camino hacia una superior sociedad igualitaria dentro de un proceso indispensablemente internacional.

Por desgracia esos no son ni el objetivo ni el método de los dirigentes sindicales y políticos del proletariado. La cúpula de la CGTP apoyó oficialmente a los partidos de Ollanta Humala y de PPK, rindiéndose luego ante ambos gobiernos. También sostuvo en su momento a la administración de Susana Villarán. Las direcciones de izquierda que la encabezan, el PC y Patria Roja, no solo han apoyado esas candidaturas, sino las de Toledo en 2000-2001 y la de Fujimori en 1990, para actualmente impulsar un partido junto al potentado Lerner y Yehude Simon, masacrador de Bagua. Estos aparatos no merecen ningún tipo de confianza de los trabajadores.

El gobierno de PPK y la mayoría fujimorista del Congreso son mellizos. Hacen la misma política contra el pueblo. El Ejecutivo reúne a políticos de todos los gobiernos anteriores y cedió cargos muy importantes del Estado al Fujimorismo. PPK sigue a punto de indultar a Fujimori. Ahora la mafia fujimorista pretende incluso una nueva dictadura mediante la destitución del Tribunal Constitucional y del Fiscal de la Nación. En el Congreso, ninguna de las bancadas expresa a los explotados y oprimidos. Nunca los movimientos pequeñoburgueses representarán al proletariado. Por eso hay que deshacerse del Gobierno y del Legislativo al mismo tiempo, para abrir un nuevo cauce clasista en el país.

¡La CGTP tiene el deber de convocar a una movilización nacional y preparar una Huelga Indefinida!

¡Levantar una Asamblea Popular Nacional de la clase obrera y el pueblo!

¡Organizar un partido revolucionario de los trabajadores!

¡Por un Gobierno Obrero y Popular!

 

15 de diciembre de 2017

Revolución Permanente